Simbolismos (según la Biodescodificación):
+Chocolate: Papá
+Leche: Mamá
+Sol: Papá
+Aire: Papá
+Agua: Mamá
+Pie: Mamá
+Tobillo: Mamá
+Dedo gordo del pie: Mamá
+Segundo dedo del pie: Los problemas que acumulo
+Tercer dedo del pie: Mi relación de pareja
+Cuarto dedo del pie: Las injusticias que vivo
+Quinto dedo del pie: Mi territorio
+Planta del pie: Papá
+Dedo pulgar de la mano: Mamá
+Dedo índice de la mano: Mi autoridad
+Dedo medio de la mano: Mi vida sexual
+Dedo anular de la mano: Mis compromisos
+Dedo meñique de la mano: Mis secretos / Los secretos que me ocultan
+Manos: Trabajo
+Nariz: Sexo
+Muñecas: Lo que no quiero hacer (de trabajo).
+Dorso de la mano: Papá
+Café: Papá
+Gluten: Papá
+Pan: Papá / Familia / Unión Familiar
+Comida / Alimentos: Mamá
+Anorexia: No tolero / no soporto a mi mamá
+Lactosa: No tolero a mi mamá
+Bulimia: Vomito a mi mamá
+Polvo: Me atraparon con asuntos sexuales
+Polen: Rompimiento amoroso doloroso
+Azúcar: Amor, Dulzura, Amor de Familia
+Alcohol: Mamá sobreprotectora / Mamá ausente
+Huevo: Mamá
+Mocos: Lágrimas/ Tristeza
+Fiebre: Enojo / Ira
+Cabeza: Ansia de Control / Perder el control
+Venas: Relaciones Familiares
+Pulmones: Miedo a morir / Pérdida o Amenaza de pérdida de territorio.
+Estómago: Las emociones que digiero
+Intestinos: Las emociones que suelto
+Corazón: Amor familiar
+Articulaciones: Mi flexibilidad
+Arterias: Comunicación familiar
+Huesos: Soporte familiar / Apoyo familiar
+Hígado: Miedo a no tener para comer, vivir, dinero para lo básico
+Páncreas: Pérdida o conflictos de herencia / pérdida de algo que era para mí.
+Riñón: Territorio
+Vejiga: Territorio
+Orina: Dinero, Marcar Territorio
+Granitos / Barros: Desvalorización
+Uñas: Mi defensa ante…
+Ojos: Lo que quiero ver / Lo que no quiero ver
+Oídos / Orejas: Lo que quiero oír / Lo que no quiero oír
+Ovarios: Hijos muertos / Abortos / Hijos perdidos
+Útero: Casa / Violaciones / Cosas sucias en casa
+Cabello: Mi fuerza / mi seguridad
+Sangre: Familia
+Cuello: Mi flexibilidad / Mi facilidad para adaptarme a los cambios
+Hombros: Mis cargas / Mis responsabilidades
+Espalda parte alta: Mis culpas
+Espalda parte media: Mis responsabilidades molestas
+Espalda baja: Mi miedo a quedarme sin dinero
Obviamente después hay que ver cada conflicto , porque una persona lo vive de una manera y otra de otra, esta es una mirada a grandes rasgos.
jueves, 10 de agosto de 2017
CONSIDERACIONES IMPORTANTES AL ENFERMAR
Debido a que muchas personas confían su vida a la palabra de su doctor, he decidido resumirles algunos consejos que daba el Ryke Geerd Hamer con respecto a los pasos a seguir luego de recibir un diagnóstico médico negativo.
Estos consejos, están enfocados específicamente para casos de cáncer, pero por supuesto, también son aplicables a todas las enfermedades.
Dado que las bases de la Biodescodificación provienen de la Nueva Medicina Germánica, todos estos consejos son completamente válidos. Espero que todos ellos sean de gran ayuda.
1. NO ENTRES EN PÁNICO
Luego de una consulta o unos análisis médicos, cuyo resultado sea negativo, lo último que debemos hacer es entrar en pánico, porque ese IMPACTO EMOCIONAL NEGATIVO, puede sin duda, ejecutar algún programa emocional que afecte nuestra salud e incluso que nos pueda llevar a la muerte o acelere la llegada de la misma.
En ese momento, la persona pierde la conexión funcional coherente del cerebro. Muy a
menudo, la gente muere de “miedo a morir”, de pánico. La persona no debiera entrar nunca en pánico ni hacer entrar en pánico a los demás al “platicarles” de su enfermedad, de su consulta, de “lo que dijo el doctor”.
Aquí debe existir, y claro, de manera consciente, una idea de amor por uno mismo, una conciencia plena de que propia fuerza del amor y de la vida, es capaz de llevarnos a una recuperación satisfactoria a pesar de que el médico nos haya indicado nuestro cercano final. Nadie, absolutamente nadie, tiene ningún poder sobre nuestro propio cuerpo que nosotros mismos.
Si uno se ama a sí mismo, lo primero que ocurrirá es que no viviremos ningún tipo de desvalorización, no sentiremos jamás ningún asomo de culpa y por lo mismo, jamás seremos capaces de asustar a las personas de nuestro entorno con lo dicho por el doctor.
NO ENTRAR EN PANICO significa que yo como enfermo, no debo asustarme, no debo quedarme anclado en lo dicho por el médico, no debo comenzar a planear mi final, mi entierro o la despedida de mi familia. Al contrario, lo que debo “resentir”, es que yo soy capaz de superar éste síntoma, de seguir adelante, de recuperarme fácilmente. Es decir: Sentirme la excepción! Esto, por si el médico comenzó su diagnóstico con las típicas frases de:
- Siento mucho tener que decirle esto.
- Le tengo malas noticias.
- Lo siento mucho pero debo advertirle
- Etc.
2- TOLERAR LA VAGOTONÍA
Ya sabemos, porque ya lo hemos platicado muchas veces, que toda enfermedad tiene una fase activa (del conflicto emocional), llamada simpaticotonía, que no presenta casi nunca síntomas físicos. Y una fase de reparación (del conflicto emocional), llamada vagotonía, en donde se presentan la mayoría de los síntomas físicos que nos hacen creer que “apenas” nos estamos enfermando e incluso que nos estamos poniendo más y más graves y que claro, es la razón por la que vamos a ver al médico.
Pues bien, ésta llamada VAGOTONÍA, que realmente es una período de “sanación”, debido a que ya hemos resuelto el conflicto emocional es en verdad, en ocasiones, muy “espectacular”. Se presentan altas fiebres, dolores, sangrados, inflamaciones, etc.
Es por ello que los médicos “nos asustan”. Porque ellos, si no conocen éstas fases de las enfermedades, se dejan llevar por la falsa creencia, de que esa fase “grave y con molestias”, es en sí misma la enfermedad. Y no es así.
Estamos sanando.
Pero estemos conscientes, de que esa “vagotonía”, acompañada de analgésicos o incluso de otro tipo de medicamentos, obviamente resulta menos dolorosa o molesta.
Entonces, si el día que toses o que aparece tu gripa, piensas que apenas estás enfermando estás completamente equivocado, es todo lo contrario, recuerda que la sintomatología, comienzan casi siempre, justo cuando el conflicto emocional ha quedado ya resuelto, y lo que ocurre, es que el cerebro ha enviado la orden de combatir a los elementos enemigos, ha enviado la orden de restaurar los tejidos, o a enviado la orden de desintegrar tumoraciones y eso provoca “molestias físicas”.
Permanece pendiente, y en paz, e intenta que los síntomas sean minimizados con medicamentos sencillos.
3- A DIARIO, HAZ UN BALANCE DE TU VIDA
En la mayoría de las ocasiones, es tanto el estrés diario que se vive entre el trabajo, la familia, los compromisos, etc, que la atención prestada a nuestra salud es mínima.
Cuando enfermamos, habremos de sumar aún más estrés a nuestra vida
Si ya sabemos que un síntoma es una señal de que no hemos manejado nuestras emociones; es una total irresponsabilidad, si ya estamos en vagotonía y con muchas molestias, seguir llenándonos de cargas emocionales por querer cumplir con los “demás” antes que “con nosotros” podría distraernos del objetivo principal, sanar..
Es nuestra responsabilidad ver por nuestra salud, nuestro descanso, nuestro reposo, precisamente porque el cerebro está dando su 100% en llevarnos a la normalidad, debemos cooperar.
Tomarnos en tiempo para hacer un balance de nuestro día y de nuestra vida misma. Analizar si lo que hacemos, es lo que en realidad nos gusta. Analizar si las personas que nos rodean, realmente representan amor y comprensión. Analizar si estamos en paz, si estamos felices.
Ya hemos enfermado, ya estamos sanando, pero no debemos olvidar que si no hacemos cambios, la enfermedad puede volver y regresarnos a la simpaticotonía (conflicto emocional activo).
Tal vez nuestro entorno no es positivo, tal vez convivimos a diario con “el depredador”, tal vez nuestro trabajo no es el óptimo, tal vez mis expectativas están colocadas en las cosas o personas equivocadas. Y tal vez, tengo que cambiar algo de todo eso para ya no enfermar.
Debemos analizar cuáles son o siguen siendo los principales objetivos de nuestra vida, enfocándonos como punto número uno, en vivir para luego, revisar nuestras metas, nuestros sueños. Porque también de esas metas, dependerán nuestras ganas de seguir adelante o de rendirnos.
4- PLANIFICAR MI DÍA
Y más que planear mi día, cuando yo esté enfermo, deberé planear la noche, mi descanso.
Si yo no soy capaz de organizarme para poder descansar al menos 6 horas cada noche, definitivamente estoy en problemas. Porque para estar bien emocionalmente, debo sentirme bien y fortalecido físicamente, por lo tanto, debo descansar.
Debo descansar mis pensamientos, debo regalarme esas horas, y más si estoy enfermo, para recuperarme, para darle su espacio a mi cerebro y que haga su trabajo de sanar mi cuerpo.
Debo mantener en mi mente, pensamientos de recuperación, de sanación, de que lograré salir adelante, de que volveré a mi vida normal o que incluso mi vida mejorará.
5- HACER SÓLO LO NECESARIO
Cuando estamos enfermos, disminuye en nosotros el interés por “hacer otras cosas” pero a la misma vez, nos angustiamos por no poder hacer todo lo que hacíamos antes de enfermar.
Si cualquier actividad, mientras estamos enfermos, o mejor dicho, cuando hemos entrado en vagotonía (sanación emocional pero muchos síntomas físicos), nos fuerza a hacer un gran esfuerzo físico o psicológico durante por más de 3 horas, aunque no lo crean, nos distraerá de la “sanación”. Porque tanto nuestro cuerpo, como nuestro cerebro, estarán enfocados en dichas actividades y no en “sanar”, nos distraeremos de reparar los tejidos dañados y como consecuencia nosotros nos desmoralizaremos, porque vamos a creer que seguimos igual, que la enfermedad seguramente es más grave de lo que pensamos, y eso obviamente afectará nuestra recuperación.
Actualmente, es muy difícil que veamos como saludable el hecho de DESCANSAR. Creemos que debe ser lo contrario. Se cree equivocadamente que hay que llenarnos de actividades para “olvidar” que estamos enfermos y con ello sanar más rápido. Pero realmente, es todo lo contrario, porque si ya hemos entendido que estamos en vagotonía, entonces debemos aceptar que si no descansamos, que si nos llenamos de actividades, podemos provocarnos un “regreso” a la simpaticotonía (conflicto emocional activo) y con ello, perpetuar nuestra enfermedad o incluso agravarla.
Lo mejor que podemos hacer mientras estamos en vagotonía, sanando de nuestra enfermedad, es descansar, dormir, leer cosas ligeras, escuchar música, ver alguna película, y/o cualquier otra actividad que nos relaje, que le ofrezca tiempo libre al cerebro para sanarnos.
6- EVITAR ENFRENTAMIENTOS
Cuando estemos enfermos, debemos evitar las discusiones sin sentido, las peleas, los gritos, y todo aquello que nos altere o que nos provoque perder “la paz”.
Provocarnos intencionalmente conflictos emocionales, es una total inconsciencia, porque podemos recaer en nuestra enfermedad, agravarla o incluso poner nuestra vida en riesgo.
O lo que es todavía peor, entrar en otro conflicto emocional diferente, y enfermar simultáneamente de otra cosa.
Al discutir, gastamos calorías que para el cerebro, que está trabajando en sanar a nuestro cuerpo y los tejidos le son vitales.
7- DORMIR
Dicen las creencias, las equivocadas claro, que debemos dormir por las noches, que dormir por la tarde, por la mañana, está mal.
Esta creencia nos afectará si estamos enfermos, porque daremos por sentado, que sólo podemos ir a dormir de noche.
Nos sentiremos mal anímicamente si osamos dormir un par de horas por la tarde o incluso a media mañana.
Debemos aceptar, que si estamos enfermos, dormir es una herramienta más de sanación.
Deberemos aceptar también que el período de vagotonía nos provocará sueño.
Tendremos poca energía y sumado a esto, al llegar la noche, nos será imposible dormir (porque ya hemos dormido durante el día). Y eso nos angustiará ( y no es correcto angustiarse).
Lo que deberemos hacer, es tomar esa falta de sueño como un tiempo libre. Incluso, hasta podemos tomar un café ( que además ayuda a la disminución de los edemas cerebrales que se provocaron en el cerebro con la enfermedad), leer un poco, escuchar música relajante, pensar cosas positivas, ver algún programa de televisión que nos mantenga tranquilos….y disfrutar el que nos llegue el sueño hasta las 3 o 4am.
Entendamos que estamos en “vagotonía” y disfrutémosla.
Finalmente ya sabemos, que una vez sanos, fácilmente podremos recuperar el sueño nocturno completo.
8- COMER SALUDABLE Y LIGERO
Nada mejor que comer, mientras enfermos, muchas frutas y vegetales, eso ya todos lo sabemos y lo mejor, son las comidas ligeras, porque comer pesado, igualmente gastará calorías que el cerebro necesita para sanarnos.
No carguemos al cerebro de “pesadas digestiones”.
Y algo muy importante, no debe consumirse alcohol mientras se está en vagotonía.
9- ESTAR CONSCIENTES DE QUE EN VAGOTONÍA, HAY DOLOR Y MOLESTIAS
Una cosa es saber que sufriré de dolores y molestias y otra muy distinta es creer que “debo sufrirlos”, aguantarme y padecer.
Obviamente durante la fase de vagotonía seguramente estaré tomando medicamentos, tal vez para dolor, tal vez para inflamación, tal vez tomando algún jarabe, etc. También puedo recurrir a medicamentos homeopáticos e incluso a terapias alternativas.
Eso no pondrá la recuperación física en peligro
10- ESPERAR PACIENTEMENTE LA MEJORÍA
Dependerá claro de cada cáncer o de cada enfermedad, el tipo de síntomas o molestias durante “la recuperación”. Y del mismo modo los tiempos de recuperación.
Tenemos que saber además, que si demoramos de 6 meses a un año en desarrollar un cáncer, tal vez la recuperación total nos lleve más o menos los mismos períodos de tiempo.
Las personas, por lo general, creen que con tomarse una sola pastilla, deben amanecer al día siguiente “muy sanos” y totalmente recuperados. Eso jamás sucederá.
Hay tejidos internos que deben repararse, desinflamarse o inflamarse, hay tejidos que deberán multiplicarse, porque una cosa es que ya no tengamos gripe aparentemente, y otra que el daño cerebral producido en el tejido correspondiente a los comandos de la nariz, bronquios, etc, estén recuperados.
No es lo mismo los dolores que vienen con la recuperación de un cáncer de huesos, y que demoran hasta que todos los huesos están completamente fortalecidos, que los dolores de garganta por una tos.
Tenemos que ser pacientes, tolerantes, y jamás, jamás, jamás, creer equivocadamente que porque nos sentimos muy mal, estamos muriendo, nos hemos agravado o cosas así.
Muchas veces, es tanta y tan molesta de la vagotonía, que corremos al hospital. Calma. Una vez más lo repito, “cuando aparecen las molestias, es porque ya resolvimos el conflicto emocional y ya entramos en fase de recuperación”.
Evitemos que nos realicen operaciones de emergencia, que nos quiten órganos que para nada debían ser quitados.
Calma. Observación. Comprensión de lo que realmente está sucediendo.
11- JAMÁS ASOLEARSE EN VAGOTONÍA
Vamos a recordar un poco cómo funciona el cuerpo:
1: Se recibe un impacto emocional
2: Este impacto, provoca una descarga eléctrica en alguna zona del cerebro (relacionada con el órgano y dicho órgano, relacionado con el tipo de impacto).
3: NO HAY SÍNTOMAS FÍSICOS
4: Resolvemos el conflicto emocional
5: COMIENZAN LOS SÍNTOMAS FÍSICOS (vagotonía).
6: Pensamos que apenas estamos enfermando y corremos al médico (porque estamos tontos y no comprendemos el proceso).
7: El médico por lo general nos asusta, se asusta, las emociones se complican, creemos que es nuestro fin y si en realidad estamos convencidos, claro que nos complicamos emocionalmente, creamos nuevos conflictos, nos entra miedo y a veces, hasta morimos.
8: Si conozco el proceso, sea cual sea el síntoma, mantengo la calma, sé que estoy sanando, y que mi cerebro enviará la orden de “reparar tejido dañado” u “órgano dañado” y que finalmente, habrá una reparación de tejido cerebral (el que se quemó con el impacto emocional al principio).
9: Dichas quemadas, manchas cerebrales o como les quieras llamar, en el proceso de reparación, producen “edemas”, es decir, pequeñas alberquitas, piscinas de agüita, en donde el cerebro depositará los nutrientes, células necesarias, químicos necesarios, precisamente para ese propósito (cerrar el hoyo).
Y aquí es en donde entra el Sol.
Asolearnos durante la aparición de dichos edemas, durante ese proceso de vagotonía, de molestias, no es recomendable. Porque el calor, agranda los edemas, y el aumento en el tamaño de esas alberquitas, puede fácilmente afectar tejido cerebral cercano y causarnos convulsiones, desmayos, etc.
Entonces, en vagotonía: NO ASOLEARSE y punto.
Puedes usar un sombrero, una gorra, estar bajo una sombrilla, ponerte hielo en la cabeza si la sientes muy caliente o si vives donde hay mucho sol.
12- USAR HIELO.
Ya no por el sol del consejo anterior.
Muchas veces, la vagotonía provoca mucho dolor en el órgano que se está recuperando, puede ser el hígado, la vesícula, el bazo, etc.
Por lo tanto, si dentro de los síntomas de la vagotonía presentas mucho dolor físico en el órgano afectado, coloca una bolsa de agua fría con hielo o una bolsa con hielos, sobre la zona afectada, al mismo tiempo que lo haces en tu cabeza (por un lado enfriemos el órganos y por otro lado, enfriamos la parte cerebral que controla dicho órgano y que igualmente está en recuperación).
También podemos poner, si el frío en el órgano no calma el dolor, lo siguiente: calor en el órgano y hielo en la nuca.
Por lo tanto:
En el órgano que duele: hielo o calor (lo que nos haga sentir mejor)
Si nos funcionó poner frío en el órgano, ponemos además hielo en la cabeza.
Si nos funcionó poner calor en el órgano, ponemos además, hielo en la nuca.
Y si además, nos es posible, podemos en ambos casos, sumergir los pies en agua caliente.
El agua caliente en los pies, también ayuda a disminuir los edemas.
13- NUNCA TOMAR DEMASIADOS ANALGÉSICOS
Es normal para cualquier enfermedad en vagotonía, que el médico nos recete analgésicos o antiinflamatorios, esto para que no nos duela mucho lo que tenemos.
Pero deberemos estar conscientes, de que no sean medicamentos que puedan dormir al cerebro o evitar que éste continúe con sus reparaciones.
Por ejemplo, hay muchos cánceres en los que los médicos recetan morfina, y esto claro que nos quita el dolor, pero duerme al cerebro, por lo tanto, evita que el cerebro repare tejjidos o reduzca edemas. ¿Y qué pasa? Simple, nos morimos. Porque el único órgano que podría habernos sanado, se desmayó amorfinado y ya no cumplió su misión de sanarnos.
Entonces, si es mucho el dolor o la inflamación, tomar medicamentos, sí, pero leves, entendiendo que el dolor es una señal buena y no algo para asustarnos. Es una muestra de que el cerebro está haciendo su trabajo y vamos en camino a sanar.
El dolor, muchas veces aparece para que no volvamos a dañar ciertos tejidos.
¿Se han fijado que cuando nos cortamos el dedo, por ejemplo con una hoja de papel, duele muchísimo?
Y duele aún más cuando intentamos doblar ese dedo, tocamos algo con ese dedo, alguien nos toma de ese dedo, casi gritamos!
Porque el dolor es la señal del cerebro de que debemos cuidar más esa zona, de que está cerrando la cortada, de que pronto vendrá una costra y en unos días muy bien!
Así que no nos asustemos ante el dolor. Calma.
El dolor es una orden de: descansa, déjame hacer mi trabajo, que envía el cerebro.
Con todo esto, sólo queremos que comprendan cómo es el proceso de una enfermedad, para evitar entrar en pánico ante un diagnóstico, para evitar asustarnos ante síntomas que parecieran graves.
En la mayoría de los casos, se trata, toda enfermedad, de vagotonía, es decir, de que hemos entrado en fase de reparación.
Debido a que muchas personas confían su vida a la palabra de su doctor, he decidido resumirles algunos consejos que daba el Ryke Geerd Hamer con respecto a los pasos a seguir luego de recibir un diagnóstico médico negativo.
Estos consejos, están enfocados específicamente para casos de cáncer, pero por supuesto, también son aplicables a todas las enfermedades.
Dado que las bases de la Biodescodificación provienen de la Nueva Medicina Germánica, todos estos consejos son completamente válidos. Espero que todos ellos sean de gran ayuda.
1. NO ENTRES EN PÁNICO
Luego de una consulta o unos análisis médicos, cuyo resultado sea negativo, lo último que debemos hacer es entrar en pánico, porque ese IMPACTO EMOCIONAL NEGATIVO, puede sin duda, ejecutar algún programa emocional que afecte nuestra salud e incluso que nos pueda llevar a la muerte o acelere la llegada de la misma.
En ese momento, la persona pierde la conexión funcional coherente del cerebro. Muy a
menudo, la gente muere de “miedo a morir”, de pánico. La persona no debiera entrar nunca en pánico ni hacer entrar en pánico a los demás al “platicarles” de su enfermedad, de su consulta, de “lo que dijo el doctor”.
Aquí debe existir, y claro, de manera consciente, una idea de amor por uno mismo, una conciencia plena de que propia fuerza del amor y de la vida, es capaz de llevarnos a una recuperación satisfactoria a pesar de que el médico nos haya indicado nuestro cercano final. Nadie, absolutamente nadie, tiene ningún poder sobre nuestro propio cuerpo que nosotros mismos.
Si uno se ama a sí mismo, lo primero que ocurrirá es que no viviremos ningún tipo de desvalorización, no sentiremos jamás ningún asomo de culpa y por lo mismo, jamás seremos capaces de asustar a las personas de nuestro entorno con lo dicho por el doctor.
NO ENTRAR EN PANICO significa que yo como enfermo, no debo asustarme, no debo quedarme anclado en lo dicho por el médico, no debo comenzar a planear mi final, mi entierro o la despedida de mi familia. Al contrario, lo que debo “resentir”, es que yo soy capaz de superar éste síntoma, de seguir adelante, de recuperarme fácilmente. Es decir: Sentirme la excepción! Esto, por si el médico comenzó su diagnóstico con las típicas frases de:
- Siento mucho tener que decirle esto.
- Le tengo malas noticias.
- Lo siento mucho pero debo advertirle
- Etc.
2- TOLERAR LA VAGOTONÍA
Ya sabemos, porque ya lo hemos platicado muchas veces, que toda enfermedad tiene una fase activa (del conflicto emocional), llamada simpaticotonía, que no presenta casi nunca síntomas físicos. Y una fase de reparación (del conflicto emocional), llamada vagotonía, en donde se presentan la mayoría de los síntomas físicos que nos hacen creer que “apenas” nos estamos enfermando e incluso que nos estamos poniendo más y más graves y que claro, es la razón por la que vamos a ver al médico.
Pues bien, ésta llamada VAGOTONÍA, que realmente es una período de “sanación”, debido a que ya hemos resuelto el conflicto emocional es en verdad, en ocasiones, muy “espectacular”. Se presentan altas fiebres, dolores, sangrados, inflamaciones, etc.
Es por ello que los médicos “nos asustan”. Porque ellos, si no conocen éstas fases de las enfermedades, se dejan llevar por la falsa creencia, de que esa fase “grave y con molestias”, es en sí misma la enfermedad. Y no es así.
Estamos sanando.
Pero estemos conscientes, de que esa “vagotonía”, acompañada de analgésicos o incluso de otro tipo de medicamentos, obviamente resulta menos dolorosa o molesta.
Entonces, si el día que toses o que aparece tu gripa, piensas que apenas estás enfermando estás completamente equivocado, es todo lo contrario, recuerda que la sintomatología, comienzan casi siempre, justo cuando el conflicto emocional ha quedado ya resuelto, y lo que ocurre, es que el cerebro ha enviado la orden de combatir a los elementos enemigos, ha enviado la orden de restaurar los tejidos, o a enviado la orden de desintegrar tumoraciones y eso provoca “molestias físicas”.
Permanece pendiente, y en paz, e intenta que los síntomas sean minimizados con medicamentos sencillos.
3- A DIARIO, HAZ UN BALANCE DE TU VIDA
En la mayoría de las ocasiones, es tanto el estrés diario que se vive entre el trabajo, la familia, los compromisos, etc, que la atención prestada a nuestra salud es mínima.
Cuando enfermamos, habremos de sumar aún más estrés a nuestra vida
Si ya sabemos que un síntoma es una señal de que no hemos manejado nuestras emociones; es una total irresponsabilidad, si ya estamos en vagotonía y con muchas molestias, seguir llenándonos de cargas emocionales por querer cumplir con los “demás” antes que “con nosotros” podría distraernos del objetivo principal, sanar..
Es nuestra responsabilidad ver por nuestra salud, nuestro descanso, nuestro reposo, precisamente porque el cerebro está dando su 100% en llevarnos a la normalidad, debemos cooperar.
Tomarnos en tiempo para hacer un balance de nuestro día y de nuestra vida misma. Analizar si lo que hacemos, es lo que en realidad nos gusta. Analizar si las personas que nos rodean, realmente representan amor y comprensión. Analizar si estamos en paz, si estamos felices.
Ya hemos enfermado, ya estamos sanando, pero no debemos olvidar que si no hacemos cambios, la enfermedad puede volver y regresarnos a la simpaticotonía (conflicto emocional activo).
Tal vez nuestro entorno no es positivo, tal vez convivimos a diario con “el depredador”, tal vez nuestro trabajo no es el óptimo, tal vez mis expectativas están colocadas en las cosas o personas equivocadas. Y tal vez, tengo que cambiar algo de todo eso para ya no enfermar.
Debemos analizar cuáles son o siguen siendo los principales objetivos de nuestra vida, enfocándonos como punto número uno, en vivir para luego, revisar nuestras metas, nuestros sueños. Porque también de esas metas, dependerán nuestras ganas de seguir adelante o de rendirnos.
4- PLANIFICAR MI DÍA
Y más que planear mi día, cuando yo esté enfermo, deberé planear la noche, mi descanso.
Si yo no soy capaz de organizarme para poder descansar al menos 6 horas cada noche, definitivamente estoy en problemas. Porque para estar bien emocionalmente, debo sentirme bien y fortalecido físicamente, por lo tanto, debo descansar.
Debo descansar mis pensamientos, debo regalarme esas horas, y más si estoy enfermo, para recuperarme, para darle su espacio a mi cerebro y que haga su trabajo de sanar mi cuerpo.
Debo mantener en mi mente, pensamientos de recuperación, de sanación, de que lograré salir adelante, de que volveré a mi vida normal o que incluso mi vida mejorará.
5- HACER SÓLO LO NECESARIO
Cuando estamos enfermos, disminuye en nosotros el interés por “hacer otras cosas” pero a la misma vez, nos angustiamos por no poder hacer todo lo que hacíamos antes de enfermar.
Si cualquier actividad, mientras estamos enfermos, o mejor dicho, cuando hemos entrado en vagotonía (sanación emocional pero muchos síntomas físicos), nos fuerza a hacer un gran esfuerzo físico o psicológico durante por más de 3 horas, aunque no lo crean, nos distraerá de la “sanación”. Porque tanto nuestro cuerpo, como nuestro cerebro, estarán enfocados en dichas actividades y no en “sanar”, nos distraeremos de reparar los tejidos dañados y como consecuencia nosotros nos desmoralizaremos, porque vamos a creer que seguimos igual, que la enfermedad seguramente es más grave de lo que pensamos, y eso obviamente afectará nuestra recuperación.
Actualmente, es muy difícil que veamos como saludable el hecho de DESCANSAR. Creemos que debe ser lo contrario. Se cree equivocadamente que hay que llenarnos de actividades para “olvidar” que estamos enfermos y con ello sanar más rápido. Pero realmente, es todo lo contrario, porque si ya hemos entendido que estamos en vagotonía, entonces debemos aceptar que si no descansamos, que si nos llenamos de actividades, podemos provocarnos un “regreso” a la simpaticotonía (conflicto emocional activo) y con ello, perpetuar nuestra enfermedad o incluso agravarla.
Lo mejor que podemos hacer mientras estamos en vagotonía, sanando de nuestra enfermedad, es descansar, dormir, leer cosas ligeras, escuchar música, ver alguna película, y/o cualquier otra actividad que nos relaje, que le ofrezca tiempo libre al cerebro para sanarnos.
6- EVITAR ENFRENTAMIENTOS
Cuando estemos enfermos, debemos evitar las discusiones sin sentido, las peleas, los gritos, y todo aquello que nos altere o que nos provoque perder “la paz”.
Provocarnos intencionalmente conflictos emocionales, es una total inconsciencia, porque podemos recaer en nuestra enfermedad, agravarla o incluso poner nuestra vida en riesgo.
O lo que es todavía peor, entrar en otro conflicto emocional diferente, y enfermar simultáneamente de otra cosa.
Al discutir, gastamos calorías que para el cerebro, que está trabajando en sanar a nuestro cuerpo y los tejidos le son vitales.
7- DORMIR
Dicen las creencias, las equivocadas claro, que debemos dormir por las noches, que dormir por la tarde, por la mañana, está mal.
Esta creencia nos afectará si estamos enfermos, porque daremos por sentado, que sólo podemos ir a dormir de noche.
Nos sentiremos mal anímicamente si osamos dormir un par de horas por la tarde o incluso a media mañana.
Debemos aceptar, que si estamos enfermos, dormir es una herramienta más de sanación.
Deberemos aceptar también que el período de vagotonía nos provocará sueño.
Tendremos poca energía y sumado a esto, al llegar la noche, nos será imposible dormir (porque ya hemos dormido durante el día). Y eso nos angustiará ( y no es correcto angustiarse).
Lo que deberemos hacer, es tomar esa falta de sueño como un tiempo libre. Incluso, hasta podemos tomar un café ( que además ayuda a la disminución de los edemas cerebrales que se provocaron en el cerebro con la enfermedad), leer un poco, escuchar música relajante, pensar cosas positivas, ver algún programa de televisión que nos mantenga tranquilos….y disfrutar el que nos llegue el sueño hasta las 3 o 4am.
Entendamos que estamos en “vagotonía” y disfrutémosla.
Finalmente ya sabemos, que una vez sanos, fácilmente podremos recuperar el sueño nocturno completo.
8- COMER SALUDABLE Y LIGERO
Nada mejor que comer, mientras enfermos, muchas frutas y vegetales, eso ya todos lo sabemos y lo mejor, son las comidas ligeras, porque comer pesado, igualmente gastará calorías que el cerebro necesita para sanarnos.
No carguemos al cerebro de “pesadas digestiones”.
Y algo muy importante, no debe consumirse alcohol mientras se está en vagotonía.
9- ESTAR CONSCIENTES DE QUE EN VAGOTONÍA, HAY DOLOR Y MOLESTIAS
Una cosa es saber que sufriré de dolores y molestias y otra muy distinta es creer que “debo sufrirlos”, aguantarme y padecer.
Obviamente durante la fase de vagotonía seguramente estaré tomando medicamentos, tal vez para dolor, tal vez para inflamación, tal vez tomando algún jarabe, etc. También puedo recurrir a medicamentos homeopáticos e incluso a terapias alternativas.
Eso no pondrá la recuperación física en peligro
10- ESPERAR PACIENTEMENTE LA MEJORÍA
Dependerá claro de cada cáncer o de cada enfermedad, el tipo de síntomas o molestias durante “la recuperación”. Y del mismo modo los tiempos de recuperación.
Tenemos que saber además, que si demoramos de 6 meses a un año en desarrollar un cáncer, tal vez la recuperación total nos lleve más o menos los mismos períodos de tiempo.
Las personas, por lo general, creen que con tomarse una sola pastilla, deben amanecer al día siguiente “muy sanos” y totalmente recuperados. Eso jamás sucederá.
Hay tejidos internos que deben repararse, desinflamarse o inflamarse, hay tejidos que deberán multiplicarse, porque una cosa es que ya no tengamos gripe aparentemente, y otra que el daño cerebral producido en el tejido correspondiente a los comandos de la nariz, bronquios, etc, estén recuperados.
No es lo mismo los dolores que vienen con la recuperación de un cáncer de huesos, y que demoran hasta que todos los huesos están completamente fortalecidos, que los dolores de garganta por una tos.
Tenemos que ser pacientes, tolerantes, y jamás, jamás, jamás, creer equivocadamente que porque nos sentimos muy mal, estamos muriendo, nos hemos agravado o cosas así.
Muchas veces, es tanta y tan molesta de la vagotonía, que corremos al hospital. Calma. Una vez más lo repito, “cuando aparecen las molestias, es porque ya resolvimos el conflicto emocional y ya entramos en fase de recuperación”.
Evitemos que nos realicen operaciones de emergencia, que nos quiten órganos que para nada debían ser quitados.
Calma. Observación. Comprensión de lo que realmente está sucediendo.
11- JAMÁS ASOLEARSE EN VAGOTONÍA
Vamos a recordar un poco cómo funciona el cuerpo:
1: Se recibe un impacto emocional
2: Este impacto, provoca una descarga eléctrica en alguna zona del cerebro (relacionada con el órgano y dicho órgano, relacionado con el tipo de impacto).
3: NO HAY SÍNTOMAS FÍSICOS
4: Resolvemos el conflicto emocional
5: COMIENZAN LOS SÍNTOMAS FÍSICOS (vagotonía).
6: Pensamos que apenas estamos enfermando y corremos al médico (porque estamos tontos y no comprendemos el proceso).
7: El médico por lo general nos asusta, se asusta, las emociones se complican, creemos que es nuestro fin y si en realidad estamos convencidos, claro que nos complicamos emocionalmente, creamos nuevos conflictos, nos entra miedo y a veces, hasta morimos.
8: Si conozco el proceso, sea cual sea el síntoma, mantengo la calma, sé que estoy sanando, y que mi cerebro enviará la orden de “reparar tejido dañado” u “órgano dañado” y que finalmente, habrá una reparación de tejido cerebral (el que se quemó con el impacto emocional al principio).
9: Dichas quemadas, manchas cerebrales o como les quieras llamar, en el proceso de reparación, producen “edemas”, es decir, pequeñas alberquitas, piscinas de agüita, en donde el cerebro depositará los nutrientes, células necesarias, químicos necesarios, precisamente para ese propósito (cerrar el hoyo).
Y aquí es en donde entra el Sol.
Asolearnos durante la aparición de dichos edemas, durante ese proceso de vagotonía, de molestias, no es recomendable. Porque el calor, agranda los edemas, y el aumento en el tamaño de esas alberquitas, puede fácilmente afectar tejido cerebral cercano y causarnos convulsiones, desmayos, etc.
Entonces, en vagotonía: NO ASOLEARSE y punto.
Puedes usar un sombrero, una gorra, estar bajo una sombrilla, ponerte hielo en la cabeza si la sientes muy caliente o si vives donde hay mucho sol.
12- USAR HIELO.
Ya no por el sol del consejo anterior.
Muchas veces, la vagotonía provoca mucho dolor en el órgano que se está recuperando, puede ser el hígado, la vesícula, el bazo, etc.
Por lo tanto, si dentro de los síntomas de la vagotonía presentas mucho dolor físico en el órgano afectado, coloca una bolsa de agua fría con hielo o una bolsa con hielos, sobre la zona afectada, al mismo tiempo que lo haces en tu cabeza (por un lado enfriemos el órganos y por otro lado, enfriamos la parte cerebral que controla dicho órgano y que igualmente está en recuperación).
También podemos poner, si el frío en el órgano no calma el dolor, lo siguiente: calor en el órgano y hielo en la nuca.
Por lo tanto:
En el órgano que duele: hielo o calor (lo que nos haga sentir mejor)
Si nos funcionó poner frío en el órgano, ponemos además hielo en la cabeza.
Si nos funcionó poner calor en el órgano, ponemos además, hielo en la nuca.
Y si además, nos es posible, podemos en ambos casos, sumergir los pies en agua caliente.
El agua caliente en los pies, también ayuda a disminuir los edemas.
13- NUNCA TOMAR DEMASIADOS ANALGÉSICOS
Es normal para cualquier enfermedad en vagotonía, que el médico nos recete analgésicos o antiinflamatorios, esto para que no nos duela mucho lo que tenemos.
Pero deberemos estar conscientes, de que no sean medicamentos que puedan dormir al cerebro o evitar que éste continúe con sus reparaciones.
Por ejemplo, hay muchos cánceres en los que los médicos recetan morfina, y esto claro que nos quita el dolor, pero duerme al cerebro, por lo tanto, evita que el cerebro repare tejjidos o reduzca edemas. ¿Y qué pasa? Simple, nos morimos. Porque el único órgano que podría habernos sanado, se desmayó amorfinado y ya no cumplió su misión de sanarnos.
Entonces, si es mucho el dolor o la inflamación, tomar medicamentos, sí, pero leves, entendiendo que el dolor es una señal buena y no algo para asustarnos. Es una muestra de que el cerebro está haciendo su trabajo y vamos en camino a sanar.
El dolor, muchas veces aparece para que no volvamos a dañar ciertos tejidos.
¿Se han fijado que cuando nos cortamos el dedo, por ejemplo con una hoja de papel, duele muchísimo?
Y duele aún más cuando intentamos doblar ese dedo, tocamos algo con ese dedo, alguien nos toma de ese dedo, casi gritamos!
Porque el dolor es la señal del cerebro de que debemos cuidar más esa zona, de que está cerrando la cortada, de que pronto vendrá una costra y en unos días muy bien!
Así que no nos asustemos ante el dolor. Calma.
El dolor es una orden de: descansa, déjame hacer mi trabajo, que envía el cerebro.
Con todo esto, sólo queremos que comprendan cómo es el proceso de una enfermedad, para evitar entrar en pánico ante un diagnóstico, para evitar asustarnos ante síntomas que parecieran graves.
En la mayoría de los casos, se trata, toda enfermedad, de vagotonía, es decir, de que hemos entrado en fase de reparación.
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